miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi experiencia con la nutricionista

El día 23 de octubre de 2012 decidí que no podía continuar por el mismo camino. Por eso tomé la decisión de perder todo aquello que no me gustaba y no quería con ayuda de una nutricionista. Estoy muy contenta con el resultado que he obtenido. Pero esto no es el final. Es el punto y seguido de mi historia. Como comenté en otro post, yo no vivo de ni para mi cuerpo así que me lo he tomado con tranquilidad. Como una carrera de fondo y no un sprint. No quería sprints. No tenía prisa. El apoyo emocional y con los menús han sido de gran ayuda para mi. Pero quien se lo ha currado realmente he sido yo. No me quiero quitar mérito. Ella ha sido un apoyo a mi cambio de estilo hacia la vida activa.

El resultado ha sido el siguiente:

Peso a 23 de octubre de 2012:  82,200 Kg
Peso a 15 de marzo de 2013:    74,000 Kg (-8,200 Kg)
Peso a 23 de octubre de 2013:  67,800 Kg (-14,400 Kg)
Peso a 11 de marzo de 2014:    66,700 Kg (-15,500 Kg)

Datos a fecha 23 de octubre de 2012:                     Datos a fecha 11 de marzo de 2014:
Circunferencia del brazo: 39 cm                                  Circunferencia del brazo: 33 cm (-6 cm)
Muñeca: 16 cm                                                           Muñeca: 15 cm (-1 cm)
Cintura: 99,5 cm                                                         Cintura: 86,5 cm (-13 cm)
Cadera: 114 cm                                                          Cadera: 99 cm (-15)

Respecto al peso pensar que me he quitado de encima 15 kilos es una gozada. No quiero que vuelvan por muchas razones. Hasta ahora he sido un perro policía de mi peso y lo voy a continuar siendo. En este punto de mi vida, me ayuda mucho el hecho de controlarlo. Tengo que reconocer que cuando las cosas no salen como quiero (en la báscula) me enfado pero en seguida le busco la oportunidad para volver a hacerlo bien.
Los datos del volumen perdido también me impactan, claro.Ya no recuerdo cómo era yo con una cadera de 114 cm!!! o un brazo de 39!! Y me impresionó cuando el reloj empezó a bailarme por la muñeca. Parecerá una tontería pero no pensaba que fuera por el peso, yo pensaba que se me había desajustado algo de la correa o algo jajaja.

¿Qué he aprendido?

- Que soy una comedora psicológica. He aprendido a reconocer mis ataques de hambre emocional. Que evidentemente no tienen que ver con el hambre psicológica. Eso ocurre cuando tengo problemitas o cosas que me agobian o basurita mental o las hormonas se descontrolan. Eso no quiere decir que siempre los sepa gestionar adecuadamente, pero por lo menos los reconozco. Antes no lo sabía. 
- Que no hay que ayunar ni pasar hambre para adelgazar de una manera saludable. Otra cosa es que comas de más algun día, pero después compensas comiendo menos en la cena, por ejemplo y tomando más aguas e infusiones, pero no dejando de comer. Tengo que comer tres veces al día y dos meriendas para no llegar con hambre de lobo a la mesa. A mi me funciona. Incluso hay veces que meriendo dos veces por la mañana aparte del desayuno mañanero. Normalmente un yogur y una fruta. Eso lo hago cuando estoy premenstrual o nerviosita. No todos los días, eh?
- Planificar las comidas a tres-cuatro días vista. No solo las comidas principales sinó también las meriendas y tentempiés. Parece que no, pero ayuda un montón y ahorras dinero a la hora de hacer la compra.
- No me siento a la deriva. Tengo los conocimientos y las herramientas para continuar con mi peso actual (e incluso bajar un poquito más) y sé reaccionar cuando veo algo que no me gusta. Me seguiré pesando a diario (pienso ahora) para llevar un control como he hecho hasta ahora.
- Las rutinas son buenas.Y  más en el caso de aprender a comer. Asentarlo.
- Que no se engorda en una comida o cheatmeal. Se engorda cuando el cheat meal se convierte en la comida habitual y no en una excepción (como debe ser).
- Comer en compañía hace un efecto comer menos. No por verguenza, sino porque vas hablando, comentando y...vamos a ser sinceras ¿quién se da un atracón delante de alguien? Nadie. Lo haces a escondidas o cuando no hay nadie. Algunas "caídas mías" durante el proceso han sido en soledad.
- El cuerpo es muy curioso y tiene memoria para lo que quiere. Me explico. En una ocasión (en varias vaya, pero en esta en concreto fui consciente) tuve que llevar al hijo de mi novio (niño de 6 años dormidito = peso muerto) del coche hasta la puerta de casa. Fueron unos 200 metros y casi no podía avanzar con el niño encima. Lo curioso del tema es que el niño pesaba alrededor de 20 kilos en ese momento. 5 menos de los que yo había adelgazado. Eso me hizo reaccionar bastante. Yo llevaba "el peso del niño" encima de mi cuerpo todo el tiempo, mis huesos, mis rodillas y articulaciones sufrían y yo no era consciente. Pero lo más raro de la historia, es que en esos momentos que yo tenía 15 kg más encima, no recuerdo el hecho de tener dolor de espalda, rodillas, etc. Curioso, ¿no?
- La vida activa es una actitud. El deporte me hace perder peso y volumen más deprisa. Pero no es lo único. Me hace sentirme segura, con buen humor y más relajada en general. Afronto las cosas de otra manera ahora.



2 comentarios:

  1. Enhorabuena! Poco a poco todo se consigue, eres un ejemplo a seguir!!! Un besito.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Vicky. Poco a poco todo se consigue. No hay que perder la fe jijiji. Besitos y ánimo!!

    ResponderEliminar